La necesidad puede haber sido “la madre de la invención” cuando Platón dejó caer la famosa frase, pero una necesidad por sí sola ya no es razón suficiente para la creación. Inventos que parecían constituir un enfoque con visión de futuro en sus inicios a menudo parecen hacia atrás dado un par de años (o décadas) de reflexión parecen de un pensamiento atrasado. Tomemos, por ejemplo, la llegada de productos empaquetados individualmente, alimentos convenientemente transportables a expensas de la utilización de más materiales y la creación de más residuos en los vertederos.
El deseo de hacer del mundo y los objetos que nos rodean más fuerte, más rápido, más cómodo y más bello sirve de inspiración constante para resolver hoy problemas de forma creativa. Pero a veces, como en el embalaje de un solo uso o el caso más complicado de bombillas CFL, las soluciones innovadoras llegan a crear otros problemas, e incluso situaciones difíciles, que se hacen evidentes sólo al mirar con retrospectiva.
Aunque los efectos secundarios de nuestras creaciones no siempre se pueden anticipar, podemos tratar de minimizar cualquier impacto negativo mediante la incorporación de las prácticas correctas en nuestro proceso creativo. Es decir, mediante el filtrado de los potenciales proyectos a través de una serie de eliminatorias para distinguir la necesidad real de la demanda a una corta duración, y las soluciones a largo plazo de estas soluciones rápidas.
Si bien cada sector plantea un conjunto personalizado de consideraciones, los fundamentos son válidos en la mayoría de las profesiones. Nos hemos dirigido a líderes del sector en el diseño, la arquitectura, y el espíritu emprendedor social para reunir a un conjunto de las mejores prácticas para la aplicación universal. Leedlas, aplicadlas, y amadlas – os recompensaran.
1. Analiza el mercado, conscientemente.
Al determinar si un nuevo proyecto cumple con sus estándares de responsabilidad social, en la famosa tienda de diseño Cypher13 consideran una simple pregunta: “¿Es necesario?” De acuerdo con este equipo, si un producto o la oferta ya existen de alguna forma, su aportación (o la de su cliente) al mercado es válido solamente si va a mejorar algo que ya esta creado.
Cuando esta pregunta es considerada de manera global – con respecto a la calidad, producción y sostenibilidad – es fácil de determinar si el producto es merecedor de los recursos necesarios para producirlo. Este enfoque ha ayudadoCypher13 a saber cuando cancelar algunos proyectos, por ejemplo, un producto de alimentos naturales cuyos recursos estratégicos resultaban estar bastante lejos de ser eco-conscientes.
2. Piensa décadas, no años.
Tres Birds Workshop diseño principal de Mike Moore, mejor conocidos por su trabajo en las tiendas de snowboard de Burton, realizan un análisis crítico de su proceso de creación hasta su producto final – y luego se extiende esa visión en el futuro. Además de lo básico, como minimizar el uso de materiales y evitar los procesos tóxicos, el plan de empresa para la sostentabilidad es pensar en incrementos de 20 años.
A menudo, Tres Birds intencionalmente diseña un proyecto más allá del ámbito inmediato, y presupuesta para predecir lo que sería un uso inteligente de la futura expansión. Su proyecto arquitectónico más reciente ha hecho uso de un marco regenerado, ladrillos de edificios demolidos, y materiales que generan energía. Estas aplicaciones creativas de las nuevas y viejas tecnologías influyen en el diseño inicial, y abre el camino para futuras posibilidades de reutilización del espacio.
3. Considérese un recurso.
Al considerar la sostenibilidad, la mayoría de nosotros se queda sólo en los materiales y procesos que requieren nuestros proyectos. Sin embargo, tendemos a subestimar nuestra sostenibilidad personal – el flujo constante de energía necesaria para ver una idea hasta su finalización.
El empresario y restaurador Kimbal Musk, cuyos compromisos actuales incluyen SpaceX, Tesla, y una ambiciosa iniciativa en la escuela de jardinería urbana, utiliza una “prueba de cinco años” para determinar el potencial de una idea de sostenibilidad personal. Si no está seguro de que va a despertar con el mismo entusiasmo hacia un proyecto en cinco años a partir de la fecha de inicio, no lo inicia.
Tendemos a subestimar el papel de la sostenibilidad personal – la tenacidad necesaria para ver una idea hasta su finalización.
4.Medir la felicidad.
Algunos proyectos – eventos, instalaciones de arte, o incluso libros – son más difíciles de cuantificar en términos de responsabilidad social. En estos casos, Cypher13 justifica (o rechaza) la utilización de los recursos mediante la estimación de la felicidad total que el proyecto podría producir. Si esta proyección de “cuota de felicidad” es mayor que impacto ecológico del proyecto, siguen adelante. Si es cuestionable, matan a la idea.
Por ejemplo, cuando se le preguntó a Cyhper13 sobre crear una instalación de un reciente evento cultural internacional, el concepto de los materiales involucrados en el diseño no serian de origen local. Sin embargo, en último momento decidió que la huella ecológica del transporte de los materiales seria superado por los beneficios positivos que provendrían del proyecto, el cual promovería las conexiones entre una audiencia global de gran tamaño.
5. No ignore el dólar.
Si bien muchos luchamos con poner un precio a nuestra visión creativa, suele haber una correlación directa entre la rentabilidad de la mayoría de los proyectos y su sostenibilidad. De hecho, con el fin de hacer verdadero caso a la sustitución de un modelo de negocio existente por otro sostenible es imperativo que las diferencias económicas sean mínimas.
“Si piensa que va a ser menos rentable debido al compromiso de responsabilidad social, recapacite sobre su plan”, dice Kimbal Musk. En otras palabras, si el uso de materiales sostenibles, el abastecimiento a nivel local, y alejarse de la producción más barata pueden requerir una inversión inicial más pesada, el éxito continuado de su adición al mercado depende totalmente de su capacidad por ser competitivos.
¿Es la sostenibilidad algo que tienes en cuenta al poner en marcha una idea nueva?
¿Tiene alguna otra norma sobre “creatividad consciente”?
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